Misterio a largo plazo: ETF de acumulación o de distribución? ¿Cuál elegir?
Últimamente, he empezado a percibir con bastante frecuencia en mi entorno una pregunta sobre la que existen controversias. ¿Es mejor elegir un ETF de acumulación o un ETF de distribución para su cartera? Así que he decidido aportar también mi punto de vista sobre este tema.
Los fondos cotizados en bolsa (ETF) son vehículos de inversión que permiten a los inversores invertir fácil y eficazmente en distintos mercados y sectores. Los ETF se negocian en bolsa como las acciones y siguen la evolución de un índice o sector concreto. Invertir en ETF ofrece una serie de ventajas, como diversificación de la cartera, bajos costes, liquidez y transparencia. Hay dos tipos básicos de ETF: de distribución y de acumulación. En este artículo compararemos estos dos tipos y descubriremos cuál le conviene más.
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ETF de distribución
Los ETF de distribución son fondos que pagan regularmente dividendos obtenidos de inversiones en acciones. Los dividendos se pagan a los inversores en función de las acciones que posean en el ETF. Este tipo de ETF puede ser adecuado para inversores que buscan ingresos regulares y estables de sus inversiones.
Las ventajas de invertir en un ETF de distribución incluyen:
- Ingresos regulares por dividendos que pueden utilizarse para otras inversiones o como fuente de ingresos pasivos.
- Flexibilidad en las decisiones de reinversión de dividendos, en las que el inversor puede elegir si reinvierte o no los dividendos.
- La posibilidad de invertir en empresas con mayor rentabilidad por dividendo que podrían proporcionar un mejor rendimiento a largo plazo.
Desventajas de invertir en un ETF de distribución:
- Mayor carga fiscal debido a los pagos regulares de dividendos que tributan como renta.
- La necesidad de seguir y gestionar los pagos de dividendos, lo que puede llevar mucho tiempo y requerir una mayor atención.
Ejemplos de ETF de distribución: Vanguard High Dividend Yield ETF $VYM, Global X SuperDividend ETF $SDIV.
ETF de acumulación
Los ETF de acumulación son fondos que reinvierten automáticamente los dividendos en el fondo, aumentando el valor de la inversión. Estos fondos no pagan dividendos, lo que simplifica la gestión de la inversión. Los ETF de acumulación pueden ser adecuados para los inversores que se centran en el crecimiento a largo plazo y la revalorización del capital.
Ventajas de invertir en un ETF de acumulación:
- Amplia reinversión de dividendos que puede aumentar la rentabilidad de la inversión a largo plazo gracias al efecto compuesto.
- Menor carga fiscal, ya que no se pagan dividendos y, por tanto, se reduce la tributación mientras se mantiene la inversión.
- Gestión más sencilla de la inversión, ya que no es necesario supervisar ni ocuparse del pago de dividendos.
- Adecuado para inversores que prefieren estrategias de crecimiento y buscan inversiones a más largo plazo.
Desventajas de invertir en un ETF de acumulación:
- Falta de pagos regulares de dividendos que podrían utilizarse como fuente de ingresos pasivos o para cubrir gastos.
- Menos control sobre la reinversión de dividendos porque la reinversión es automática y no puede ajustarse a las preferencias individuales.
Ejemplo de ETF de acumulación: Vanguard FTSE All-World UCITS ETF (Acc).
También es posible generar ingresos para la jubilación utilizando estos ETF de acumulación, pero hay un inconveniente. Usted recibe ingresos para la jubilación de este tipo de ETF vendiendo un determinado número de acciones cada vez, lo que le da un "dividendo". El problema es que usted tiene un número limitado de acciones en su cartera, por lo que este método no puede aplicarse indefinidamente. Además, los mercados de valores son volátiles, por lo que es posible que un día tengas que vender más acciones y al siguiente menos, lo que puede estropear tus planes y tus cálculos para el futuro.
Comparación de prestaciones y fiscalidad en la República Checa
Los ETF de distribución y acumulación tienen ventajas e inconvenientes que debe tener en cuenta a la hora de decidir en cuál invertir. En cuanto a la fiscalidad en la República Checa, los dividendos de un ETF de distribución tributan como renta, mientras que la carga fiscal es menor para un ETF de acumulación porque no se pagan dividendos. Los ingresos procedentes de la venta de ETF de distribución y de acumulación tributan como rendimientos del capital.
Para los inversores que buscan ingresos regulares y más control sobre la reinversión de dividendos, los ETF de distribución pueden ser más apropiados. En cambio, para los inversores que buscan crecimiento a largo plazo y una gestión más sencilla de la inversión, los ETF de acumulación pueden ser una mejor opción.
Conclusión
Así pues, si tuviera que resumir este tema de alguna manera sencilla, es muy difícil responder porque es muy individual. Pero puedo plantear una consideración. Con los ETF de distribución, tenemos que pagar impuestos sobre los dividendos. Es más o menos un impuesto por la mayor certeza y seguridad de tener el dinero en nuestro bolsillo de inmediato. Con un ETF de acumulación, no pagamos impuestos, pero también asumimos un poco más de riesgo, ya que no sabemos cómo evolucionarán los mercados en el futuro.
Así pues, la decisión entre ETF de distribución y de acumulación depende de las preferencias y necesidades de cada inversor. Un ETF de distribución ofrece ingresos regulares por dividendos y un mayor control sobre la reinversión, mientras que un ETF de acumulación se centra en el crecimiento a largo plazo y en una gestión más sencilla de la inversión. A la hora de elegir entre estos dos tipos de ETF, es importante tener en cuenta las consideraciones fiscales en la República Checa, los objetivos y estrategias de inversión individuales, así como factores como el horizonte temporal de la inversión, la tolerancia al riesgo y la necesidad de ingresos pasivos.
AVISO: No soy asesor financiero, y este material no sirve como recomendación financiera o de inversión. El contenido de este material es puramente informativo.