Conducción autónoma: ¿una mina de oro para la inversión?
En un mundo en el que la industria automovilística se transforma rápidamente, uno de los actores clave que está ampliando constantemente los límites de lo posible es una empresa que lleva marcando el ritmo de la tecnología de conducción autónoma desde su creación en 1999. Su enfoque innovador de los sistemas avanzados de asistencia al conductor y los vehículos autónomos hace que su tecnología se encuentre ahora en coches de BMW a General Motors, de Europa a Asia.

Con la llegada de los chips EyeQ6H de nueva generación, que prometen triplicar su rendimiento, y de sistemas avanzados como SuperVision, la empresa se prepara para una nueva era en seguridad y eficiencia del tráfico. Aunque los últimos resultados financieros muestran un descenso de las ventas, las innovaciones clave y el sólido balance de la empresa sugieren que el próximo periodo podría ofrecer interesantes oportunidades. Las previsiones de los analistas apuntan a un potencial de crecimiento de hasta el 100%, por lo que se…