Los superconductores, posiblemente la próxima gran novedad después de la inteligencia artificial: ¿qué oportunidades de inversión ofrecen?
El tema de un revolucionario superconductor a temperatura ambiente ha saltado recientemente a los titulares. Científicos coreanos han desarrollado un nuevo material, el LK-99. Este avance podría revolucionar muchas industrias. Este avance podría revolucionar muchas industrias. Aunque todavía quedan muchos obstáculos en el camino hacia su desarrollo y posterior explotación comercial, sigue habiendo entusiasmo por sus posibles beneficios de amplio alcance. ¿Cuáles son las oportunidades de inversión asociadas a este nuevo éxito?
Lo que se sabe hasta ahora:
Investigadores coreanos afirman haber desarrollado un superconductor que funciona a temperatura ambiente y presión estándar. Este material milagroso ofrece una resistencia casi nula al paso de la corriente eléctrica y elimina los campos magnéticos. Podría eliminar todas las pérdidas en la transmisión de electricidad, lo que permitiría utilizar el suministro eléctrico en otros ámbitos y conseguir cero emisiones de carbono. Revolucionaría casi todos los campos, desde las redes eléctricas y la imagen médica hasta los trenes de alta velocidad, los ordenadores cuánticos y la fusión nuclear.
En el pasado ya se han desarrollado materiales similares de alta eficiencia energética. Sin embargo, se ha hecho en condiciones muy controladas, por ejemplo a temperaturas extremadamente bajas, por lo que estos materiales han sido inutilizables en la práctica. El recién descubierto LK-99 es un compuesto gris-negro de plomo, cobre, fósforo y oxígeno que, según se informa, presenta propiedades superconductoras incluso a temperaturas superiores a 400 Kelvin (126,85 °C, 260 °F).
Curiosamente, científicos chinos han descubierto esta tecnología revolucionaria. Investigadores indios también han publicado artículos en los que se menciona el éxito de su preparación. Si resulta que el LK-99 tiene realmente las propiedades que se le atribuyen, y si este material puede producirse en serie y comercializarse, podría revolucionar muchas industrias.
Sin embargo, hay varias razones para creer que el desarrollo del LK-99 llevará mucho tiempo y se enfrentará a muchos retos. De hecho, la producción de superconductores es compleja y costosa. Además, la tecnología está en pañales y habrá que superar obstáculos técnicos como el mantenimiento de la superconductividad a temperatura ambiente.
Posibles oportunidades de inversión
Las acciones de varias empresas surcoreanas (Duksung, Sunam, Shinsung Delta Tech) y chinas (Jiangsu Etern, Jiangsu Fasten, Henan Zhongfu, Jinhui Mining) relacionadas con esta tecnología han subido desde finales de julio. Además, la Bolsa de Corea advirtió contra las compras especulativas, ya que algunos títulos alcanzaron repetidamente los límites diarios. Todo ello en un momento, por lo demás, de relativa cautela tras la rebaja de la calificación crediticia de EE.UU. por parte de Fitch. Sin embargo, gracias a las noticias sobre nuevas tecnologías, las acciones de American Superconductor (AMSC) también se han fortalecido en torno a la mitad, y ya han ganado más de un 200 % este año.
No se sabe a ciencia cierta si el LK-99 será el superconductor que el mundo ha estado esperando. Pero, como mínimo, podría ser el impulso para seguir investigando y desarrollando tecnologías que permitan un uso y almacenamiento más eficientes de la energía. Por supuesto, los inversores deben sopesar cuidadosamente los riesgos y las recompensas antes de aventurarse en este campo. Sin embargo, entre las áreas de inversión que pueden beneficiarse de este avance tecnológico figuran:
Metales verdes como el cobre y el plomo, incluso a través de futuros o ETF, por ejemplo. Metales utilizados para la producción de baterías, como el litio, el cobalto, el níquel y el manganeso.Empresas mineras de cobre, como Southern Copper o Sumitomo Metal Mining.Empresas mineras de zinc (el plomo es un subproducto), como Teck Resources.Fabricantes de cables eléctricos, como Sumitomo Electric Industries. Fabricantes de acumuladores de energía (baterías), como las chinas CATL, BYD o LG Energy.
Además de estos sectores básicos, se pueden buscar oportunidades en aquellos en los que el uso de tecnologías similares puede marcar una gran diferencia. Entre ellos se incluyen la energía, la fabricación de equipos médicos, el transporte y la logística, o las empresas tecnológicas que trabajan en computación cuántica.