No confíes en la Fed. Y ni siquiera intente ganarle.

Tras la crisis financiera de 2008, arraigó entre los inversores la idea de que las acciones estadounidenses sólo podían subir más. Esto se basaba en la suposición de que si el mercado se metía en problemas, la Reserva Federal estadounidense intervendría para mantener la estabilidad económica general. Estas consideraciones deben desaconsejarse enérgicamente.
Es peligroso apostar a que el mercado evolucionará de algún modo en función de la configuración actual o prevista de los tipos de interés. El hecho de que la renta variable estadounidense iniciara una nueva tendencia alcista en la primavera de 2009 no está (sólo) relacionado con el hecho de que la Reserva Federal estadounidense hubiera recortado poco antes los tipos de interés hasta prácticamente cero. En aquel momento, fueron principalmente los fundamentales los que desempeñaron un papel, es decir, el crecimiento de la rentabilidad empresarial.

Acciones estadounidenses: rentabilidad por dividendo, crecimiento de la rentabilidad y rendimiento anual
No tenemos que ir muy lejos para encontrar otra razón para no seguir los tipos en relación con el rendimiento del precio de las acciones. Cualquiera que esperara que las acciones tecnológicas sufrieran al subir los tipos de interés de los bancos centrales estadounidenses está experimentando una gran decepción. De hecho, el actual repunte de las acciones en Wall Street está siendo impulsado por los títulos tecnológicos.
Hay mucha sabiduría de mercado, recomendaciones y reglas empíricas entre los inversores. Por ejemplo:
"Sé codicioso cuando los demás son precavidos".
"Sé precavido cuando otros son codiciosos".
"Compra cuando los mercados bursátiles estén sangrando".
"La tendencia es tu amiga".
"No atrapes un cuchillo que cae".
"Vende en mayo y vete".
"No pongas todos los huevos en la misma cesta".
"Concéntrate para hacerte rico, diversifica para mantener la riqueza".
A primera vista, es obvio que algunos de los consejos van a contracorriente. Y lo que es más importante, está claro que no todos ellos pueden seguirse en todo momento. Ocurre lo mismo con las apuestas sobre el comportamiento del mercado en función de los tipos de interés.