12 billones en la ruina: las disputas políticas podrían provocar el mayor desplome de los mercados de la historia
En los últimos 23 años, la deuda pública estadounidense ha aumentado un 460% hasta alcanzar la cifra récord de 31 billones de dólares, lo que supone un grave problema para los mercados bursátiles, la economía, los ciudadanos de a pie y, en última instancia, el mundo. ¿Qué podría ocurrir?
Desde el año 2000, la deuda estadounidense ha pasado de 5,6 billones de dólares a más de 31,38 billones, un asombroso aumento del 460%, mientras que la amenaza de dejar que la nación se declare en bancarrota se ha convertido en un tema frecuente.
Las amenazas del Congreso de negarse a elevar el techo de la deuda vuelven a estar sobre la mesa. Podemos ver que este tema se está abordando cada vez más en las últimas semanas. Y aunque este escenario se ha repetido varias veces en la historia de Estados Unidos, al final siempre se ha elevado el techo. Esta vez puede ser diferente, ya que los expertos se muestran muy escépticos y ya están abordando las posibles implicaciones.
A pesar de varios problemas graves, Estados Unidos nunca ha incumplido sus obligaciones de deuda. Hoy, sin embargo, el tira y afloja vuelve a reproducirse al negarse el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, a aprobar lo que el presidente demócrata, Joe Biden, denomina un proyecto de ley "limpio" sobre el techo de la deuda.
¿Qué es el techo de deuda?
El techo de deuda es un límite legal a la cantidad total de deuda que el gobierno federal puede pedir prestada para financiar sus gastos. Ni siquiera es una parte muy antigua de la historia estadounidense: se promulgó en una época económica diferente, en 1917, cuando el Congreso intentó irónicamente agilizar el proceso de recaudación de fondos junto con la entrada en la Primera Guerra Mundial.
Tras alcanzar el último límite de deuda de 31,4 billones de dólares en enero, la Secretaria del Tesoro, Janet Yellen, se vio obligada a recurrir a "medidas extraordinarias" para mantener el gobierno en funcionamiento en medio de un punto muerto en Washington. Yellen ha advertido en repetidas ocasiones de que la fecha límite para elevar el techo de la deuda, también conocida como fecha X, se acerca tan pronto como el 1 de junio. Yellen cree que esto provocará un "colapso económico y financiero" total, ya que el gobierno se vería obligado a dejar de pagar su deuda nacional, así como los pagos a los beneficiarios de la Seguridad Social y a los proveedores de Medicare.
¿Qué podría ocurrir?
Entonces, ¿cómo podría perjudicar a los mercados y a las personas el hecho de no elevar el techo de la deuda y el impago de la deuda nacional?
1. Tipos de interés más altos
La economía lleva varios meses sufriendo la subida de los tipos de interés, ya que la Reserva Federal ha intensificado su campaña para reducir la inflación. Muchos expertos financieros han dicho que es probable una recesión este año. Si no se eleva el techo de la deuda, la recesión sería casi inmediata.
Los tipos de interés de las hipotecas, los préstamos para automóviles y las tarjetas de crédito ya han subido, pero un impago los encarecería aún más, por no hablar del coste de los préstamos para las empresas. E incluso si la deuda se resolviera tras el impago, los tipos no volverían a bajar a donde estaban antes.
2. Atrasos en los pagos a la Seguridad Social
Nadie sabe exactamente cómo respondería el gobierno a un impago sin precedentes de su deuda, pero la forma más inmediata en que el gobierno de Estados Unidos podría redirigir fondos a sus obligaciones de deuda, renunciando a los pagos a decenas de millones de beneficiarios de la Seguridad Social en el proceso.
3. Pérdidas de empleo y turbulencias en los mercados
Los economistas de la Casa Blanca estimaron recientemente que hasta 8 millones de personas podrían perder su empleo durante un impago a largo plazo. También conduciría casi con toda seguridad a una recesión que afectaría a todos los estadounidenses de alguna manera, ya que un impago real agitaría los mercados financieros mundiales y crearía el caos.
Según un informe de Moody's, un impago podría poner alpaís en una situación similar a la de una crisis financiera mundial. Esto podría llevar a una pérdida de 12 billones de dólares de la riqueza de los hogares, con una caída potencial de las acciones (según múltiples estimaciones de expertos) de entre el 10% y el 50% (aquí dependerá de cómo se desarrolle toda la situación).
4. El impacto en todo el mundo
Es probable que la crisis de confianza se extienda a otros países y regiones, incluidos los mercados emergentes. Debido a la interconexión de los mercados financieros mundiales, no sería posible aislar la crisis únicamente en Estados Unidos. Las economías emergentes dependen del capital y el comercio con los países occidentales, por lo que una caída en Wall Street tendría repercusiones en otros lugares. Los inversores de todo el mundo empezarían a cuestionar la credibilidad de los gobiernos y a poner en duda sus obligaciones de deuda.
5. El dólar se debilitaría al caer la confianza en EE.UU.
Si el mundo dudara de la capacidad de Estados Unidos para pagar sus deudas, caería lademanda de bonos del Estado estadounidenses y de dólares. Esto podría debilitar el dólar, aumentar la inflación en EEUU y agravar los problemas de la economía estadounidense. Aunque un dólar más débil haría más competitivas las exportaciones estadounidenses, también encarecería las importaciones, así como el pago de la deuda en divisas. Si la crisis desencadenara una recesión económica más amplia, las exportaciones caerían de todos modos. Además, parte de la deuda estadounidense es propiedad de inversores extranjeros, que perderían dinero si se vendieran el dólar y los bonos. Esto dañaría aún más las relaciones de Estados Unidos con el resto del mundo.
El Presidente Biden ha dicho hoy: "La postura republicana sobre el techo de la deuda es inaceptable".
"Ahora es el momento de que la otra parte se mueva de sus posiciones extremas", dijo el Presidente Biden durante una conferencia de prensa antes de su partida de Hiroshima, donde pasó los últimos días reunido con líderes mundiales en la cumbre de líderes del G7.
Estancamiento de las conversaciones sobre gastos e ingresos
Un punto de fricción clave entre muchos interlocutores es el nivel de gasto.
La propuesta del Partido Republicano aprobada en abril reduciría el gasto discrecional a los niveles de 2022 e impondría después un tope del 1% a futuros aumentos.
McCarthy dijo el viernes que si los demócratas "piensan que vamos a gastar más dinero el año que viene de lo que hemos gastado este año, eso no es correcto, y no va a ocurrir".
https://twitter.com/SpeakerMcCarthy/status/1660033659405991936
Conclusión
En general, un impago de la deuda estadounidense provocaría un caos geopolítico y económico que repercutiría en todo el mundo. En la economía globalizada actual, ningún país es ya una isla aislada, ni siquiera una economía tan grande como la de Estados Unidos. Los efectos a corto plazo serían catastróficos y, a largo plazo, socavaría gravemente el dominio estadounidense en el mundo.
Tenga en cuenta que esto no es asesoramiento financiero.